MINERALES
Los minerales
inorgánicos son necesarios para la reconstrucción de tejidos, reacciones
enzimáticas, contracción muscular, reacciones nerviosas y coagulación
sanguínea. Los minerales deben adquirirse mediante la dieta, contenidos en
diversos alimentos, siendo los principales proveedores de minerales las
plantas. Estos se dividen en dos clases:
·
Macroelementos: Son de extrema abundancia en los alimentos y el
organismo los necesita durante toda la vida.
·
Calcio (Ca): es
esencial para desarrollar los huesos y mantener la rigidez de los mismos; así
mismo sirve para la reconstrucción del citoesqueleto y
mejorar la excitabilidad nerviosa. La dotación de calcio que el cuerpo tiene al
nacer se metaboliza rápidamente, por lo que el consumo de este es importante
toda la vida.
·
Magnesio (Mg): en particular,
el metabolismo humano requiere de este mineral para que la función del
organismo sea la adecuada. Sin embargo, su función en cualquier otro ser vivo
radica en la actividad que tiene en el sistema nervioso, ya que ayuda a
mantener el potencial eléctrico de las células nerviosas y fibrosas musculares
(como las del corazón). La deficiencia
de magnesio es inevitable en los que son alcohólicos o que utilizan drogas con
efectos similares al opio, que pueden
presentar temblores y convulsiones. El magnesio se obtiene de la carne y los
cereales.
·
Sodio (Na): el
sodio está presente de manera natural en cualquier alimento, y los humanos lo
obtenemos de manera rápida en las comidas saladas. El sodio tiene un papel
regulador en el fluido extracelular, cuyo exceso puede producir edemas. Finalmente, el exceso de sodio puede generar una tensión arterial
alta.
·
Yodo (I): casi
todos los vertebrados poseen glándulas tiroides, localizada en la parte anterior y a cada lado de
la tráquea, y para que la glándula sintetice adecuadamente las hormonas se
requiere la acción del yodo. La insuficiencia de yodo en el transcurso de la
vida genera bocio y su
insuficiencia durante el embarazo genera deficiencia mental en el niño.
·
Hierro (Fe): se
requiere para la formación de hemoglobina y, por consiguiente, el
adecuado transporte del oxígeno. A pesar de ser indispensable para el
organismo, el sistema digestivo es incapaz de asimilarlo de manera eficiente.
En el caso de los mamíferos, el macho adquiere el hierro suficiente de manera
natural cuando su dieta es adecuada, en cambio la hembra, requiere el doble del
hierro que consume el hombre durante la etapa menstrual, ya que en el endometrio se va parte considerable del
hierro.
·
Microelementos: son minerales que el cuerpo requiere en cantidades
diminutas y que se requieren para mantener una buena salud. Se conoce poco
sobre su función, sin embargo, los efectos de su ausencia son bien conocidos,
sobre todo en los animales.
·
Cobre (Cu): se
presenta en muchas enzimas y proteínas de la sangre, el cerebro y el hígado. Su
inexistencia impide la absorción del hierro, y puede generar leucemia.
·
Cinc (Zn): es importante
en la formación de enzimas. Se asocia al crecimiento, por lo que muchos casos
de enanismo se relacionan con insuficiencia
de zinc.
·
Flúor (F): se sabe que el flúor se
deposita en los huesos y es fundamental para el crecimiento de estos.
Actualmente se considera que incluirlo en la dieta ayuda a la asimilación del
calcio. La fluorización del agua ha demostrado que el desgaste de los dientes,
huesos y cartílagos se reduce considerablemente, hasta un 40 %.
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